Sabes tantas cosas, e ignoras muchás otras. Te crees fuerte pero te sientes vulnerable. Esperas a que los demás te digan aunque ellos sólo fingen escucharte. Caes en medio de los raíles del metro para que te salven, estás enfermo. Piensas que logras llamar su atención, pero ella te ve como un idiota más. Ni un espejo podría mostrarte tu verdadero yo porque no existe. Viajas esperando encontrar alguien como tu, pero no te soportas ni a tí mismo. Tu cabeza puede estallar mil veces, pero jamás conseguirás dejar de cometer errores. Que eres de esas personas que no puedes esquivar a tus enemigos, les necesitas, para creerte tu historia. Estás encerrado, marginado, aislado, contenido, apartado, incomunicado, encarcelado, excluido. No estás.
Porque el orgullo es tu enfermedad.
